Tito Vilanova, un amante de la vida familiar, la paella y Serrat
Tito Vilanova ya está en planta. El pasado jueves pasaba por el quirófano para ser operado por segunda vez en trece meses de un tumor en la parótida, las glándulas salivales que se encuentran a ambos lados de la cara, debajo del oído y detrás de la mandíbula inferior. Un día después, fuentes del hospital de la Vall d’Hebron de Barcelona daban la noticia de que todo había salido de forma satisfactoria y que ya había abandonado la unidad de reanimación. Su célebre frase “todo irá bien”, cobra ahora más sentido que nunca. A sus 44 años, el actual entrenador del Barça es un hombre fiel a sus principios. Nació en un pueblecito de unos 600 habitantes llamado Bellcaire d’Empordà (Girona), situado en el Bajo Ampurdam, en el seno de una familia de clase media. Su padre, Joaquim, había sido alcalde de esa villa por CiU (1991-2003), y desde hace varias décadas regenta una bodega en L’Escala, como su madre, Rosa, que dirige otra en L’Estartit. Con tres añitos, Francesc demostr...