Cosilvias

Andábamos con 10 años, los de mi generación, cuando de repente empezamos a ver unos cubos de colores muy graciosos. Al principio los veíamos en el cole, los chicos eran los más atrevidos, es esa época, claro, А  la hora del patio pasamos a ser sustituidas de las miradas de los semi-adolescentes a pasar a ver como se volvían locos girando y girando un cubo de colores para encajar al final las piezas y dar el mismo color. Evidentemente al final entramos las chicas en el juego, aquellos tiempos por desgracia eran algo diferentes. Al principio no nos dábamos cuenta debido a nuestra edad que aquello no era simplemente un juego, era algo más que hacía pensar, al menos a mí, ¿cómo narices se colocaban todos los lados iguales?... arriba, abajo, derecha etc.… Debo confesar que  fui capaz de encajarlos todos, todos excepto el más importante, el del final. Bueno, hoy 40 años más tarde descubrimos que El cubo de Rubik guardaba más secretos de lo que en un princi...