Un hospital de cinco hectáreas para Animales

Un hospital de cinco hectáreas

Esperanza Aguirre inaugura un centro para recuperar fauna salvaje que ya atiende a más de 200 animales

MARÍA PORCEL ESTEPA - Madrid - 21/07/2010
 

Un madrileño va conduciendo por la sierra y de repente se le echa encima un pajarillo. Aparte del susto, parece que el pobre bicho no puede volar. Y como los urbanitas no suelen tener mucha idea de entablillar pájaros, lo mejor es recurrir a un experto, que lo trate como es necesario, que identifique al animal en cuestión y que encima no cueste nada. Porque lo que le ha estropeado la luna del coche puede ser un vencejo, un milano o incluso una cría de águila imperial o de buitre negro, especies muy protegidas.

Fomento cedió los terrenos para compensar por la nueva terminal T-4
Para tal fin se inauguró ayer el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de la Comunidad de Madrid.
La presidenta de la región, Esperanza Aguirre, y la consejera de Medio Ambiente, Anabel Mariño, visitaron ayer las instalaciones del centro. Abierto desde noviembre, el CRAS está ubicado en el Soto de Viñuelas, en el distrito de Fuencarral-El Pardo y muy cerca de Tres Cantos, que también ha colaborado en el proyecto. Esta nueva sede sustituye a la de Buitrago de Lozoya, que llevaba en funcionamiento desde 1987 y se ha quedado pequeña.
La finca ocupa 5.000 metros cuadrados, y en ella hay varias dependencias para el cuidado de las distintas especies. "Tenemos principalmente rapaces", afirma Marino, su veterinario jefe del centro, "aunque también hay diferentes especies de tortugas, galápagos y hasta un corzo -una corza, de hecho- que está coja".
Dos hospitales, uno para fauna autóctona y otro para animales exóticos, y un edificio multiusos (con despachos, salas de reuniones...) ocupan 840 metros cuadrados que se distribuyen por la finca. Los animales que pasan por el centro son tratados en las distintas dependencias médicas, similares a las de un hospital en miniatura: salas de rayos X, unidad de cuidados intensivos o quirófanos.
En una de esas salas la veterinaria Tatiana Álvarez atendía ayer a un halcón peregrino, un macho adulto que había sufrido una contusión y tenía las costillas rotas. "Ya le estamos quitando los puntos, pero tiene que engordar un poquito más antes de que podamos soltarlo", aseguraba con la rapaz, muy quieta, tendida sobre la mesa de operaciones.
El centro ha sido construido y financiado por el Ministerio de Fomento, que cedió los terrenos para compensar a la Comunidad de Madrid por la construcción de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas. El coste total ha sido de 5,2 millones de euros, sufragados por AENA. Ahora pertenece a la Comunidad de Madrid pero está gestionada de forma privada por la empresa FOTEX, que obtuvo la concesión por concurso público.
En estos momentos el CRAS acoge a 221 animales en recuperación, desde cigüeñas hasta iguanas o milanos. Cuando se recuperen -el tiempo de estancia es indefinido, depende de lo que necesite cada caso concreto-, se marcharán. "Hay espacios acotados para que poco a poco recuperen fuerzas, aprendan a alimentarse de nuevo y no tengan dificultades cuando vuelvan a su entorno habitual", afirmaban los veterinarios del centro, por el que se prevé que pasen más de 4.000 animales cada año.
Muchos ejemplares pertenecen, como afirmó la presidenta, a "decomisos de animales exóticos realizados por la Guardia Civil, en los que se han llegado a rescatar mapaches, loros o especies que pueden ser peligrosas para el ecosistema o para la población humana". A menudo, estas víctimas del contrabando de animales son halladas en malas condiciones y, por ello, son trasladadas al CRAS.
Además, los madrileños pueden acudir al centro cualquier día del año para entregar un animal enfermo o herido, y hay un teléfono (91 276 06 26) que funciona las 24 horas. "Ahora recibimos unas 30 o 40 llamadas al día", asegura el jefe de especies protegidas, Jesús Montoro, "pero esperamos que sean cada vez más".
Para la presidenta este centro supone una nueva posibilidad para "concienciar" a los madrileños de la importancia de la biodiversidad. De aquí a unos meses es posible que ofrezcan visitas a escolares, afirmaron algunos de sus responsables.
Aguirre visitó las instalaciones acompañada de los veterinarios del centro, entre los que hay varios en prácticas. Isabel y Elena, dos jóvenes voluntarias, daban de comer a unos vencejos. "Es mejor que estén en una caja de cartón", afirmaban mientras introducían a un pequeño pájaro en una de ellas, "porque así se asustan menos".
Al final de la visita, la propia presidenta liberó varios ejemplares de aves ya totalmente recuperadas entre las que había cernícalos, milanos y vencejos. "Al agua, patos... Rompió el cascarón... ¿Veis como todo tiene que ver con los animales?", concluyó Aguirre entusiasmada.

Esperanza Aguirre.......
 
 
Silvia Moreno Diaz

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